el amor después del post-amor
querida alejandra,
encuentro que el lugar perfecto para llorar son tus cartas. a pesar de que nuestra forma de acércanos a la intimidad sea diferente, encuentro estas cartas como esa cocina de la que comentabas (en la que podemos llorar a gusto).
creo que hay un momento muy concreto en el duelo en el que experimentas que todo el amor que has recibido y que has dado sí que está ubicado en un sitio. muchas veces en los procesos de duelo te preguntas ¿dónde está todo este amor? ¿se convierte en un residuo? ¿dónde ha ido a parar? tras un tiempo te das cuenta de que se ha convertido en amor, es lo que creo que podríamos llamar el amor después del post-amor: ese sentimiento que hace que te ubiques desde una mirada menos nociva para ti, en el que empiezas a volver a la rutina de siempre, a hacer las cosas que antes te ilusionaban y a retomar ciertos hábitos como dar un paseo por la tarde sin un rumbo aparente hasta que acaba el atardecer. en ese momento es cuando vuelves a fregar el suelo de tu casa porque viene una visita, en el que empiezas a colocar las cosas que antes estaban totalmente abandonadas, dejadas y te sientes con la generosidad de saber qué has sentido y sientes amor.
siento que björk en hyperballad resume todo lo que he escrito en estos lyrics:
every morning, i walk towards the edge / cada mañana, camino hacia el borde
and throw little things off / y tiro cosas pequeñas
like car parts, bottles, and cutlery / como piezas de coches, botellas y cubertería
or whatever i find lying around / o lo que sea que encuentre por allí
it's become a habit, a way to start the day / se convirtió en un habito, una forma de empezar el día
i go through all this / paso por todo esto
before you wake up / antes de que te despiertes
so i can feel happier / para que pueda sentirme más feliz
to be safe up here with you / para estar a salvo contigo.
pasamos por todo eso para estar a salvo, tirar todas las cosas que acumulamos, dejarlas ubicadas en otro espacio, desprenderse para volver al amor…
cuando volcamos solamente el amor en un espacio muy concreto (como puede ser el amor romántico en las relaciones sexoafectivas) nos olvidamos de que vivimos rodeados de amor, de que vivimos por y para amar y de que este suelo que estoy fregando ahora es porque sé que mañana vienes a verme y quiero brindarte el mejor de mis espacios. siguiendo las palabras de eva illouz: “las parejas contemporáneas se terminan, se rompen, se desvanecen y se evaporan siguiendo una dinámica de elección positiva y negativa que entreteje los vínculos con los no-vínculos”. si vemos el amor en otras partes fuera de este binomio (positivo/negativo) el paradigma vínculo y no-vínculo carece de sentido, porque en sí se convierte más en una escala de grises, no en una decisión concreta e inamovible, sino en experiencias donde está el amor desarrollándose en diferentes fases y espacialidades. es el amor que ocupa otros espacios.
hablando con carmen me contaba que ciertos ejercicios como cambiar las sábanas cuando sabes que tienes visita, fregar el suelo, recoger la cocina, vaciar el escritorio o colocar bien los libros puede participar de un ejercicio de carencias. puede que tenga razón y sea una forma de saber que lo que yo tengo/ofrezco no es suficiente, que tengo que mostrar algo más al mundo. pero quiero pensar que también es una forma de regalo, una forma de demostrar amor, lealtad, un pequeño obsequio convertido en el olor de una vela que pongo cuando viene gente a verme. ahora estoy encendiendo una en el baño porque te veré en unos minutos… evidentemente quién me quiera me querrá como tenía la habitación hace tan solo dos semanas (adjunto foto de la de sofía coppola porque simplemente estaba igual) pero sé que en parte, si recojo la habitación y ordeno las cosas estoy también en un proceso de sanación más cercano a estar a gusto en el espacio en el habito.
en mis cartas ya me repito muchísimo, hablo de la necesidad de generar vínculos con los espacios, que estos no te hagan daño por lo vivido y lo que no será vivido de nuevo o de las capas del tiempo en una sola habitación, pero es que sigo fascinado con el hecho de que pueda estar escribiéndote esto mientras estoy en la cama. en momentos de duelo, desazón, desconexión o en la temporalidad del trauma; maltratamos nuestros espacios, los dejamos un poco a la intemperie, no nos preocupamos por cuidarles, por fregar sus suelos, por darles el mimo que se merece…. tan difícil es la construcción de un hogar que pasar a la dejadez es tan sencillo, una simple línea que a veces se puede cruzar.
retomo esta carta ahora, has estado conmigo, nos hemos tomado un guacamole que he decidido echarle picante y hemos hablado un poco de esto mismo: del sentimiento del amor después del amor (lo que pretenciosamente lo he llamado post-amor). te he confesado y repito aquí, que es un sentimiento que me gusta tener, saber que todos mis amantes me acompañan en el camino (siendo todos los amantes tú, mis amigas, no centrándome solo en el terreno de las parejas, de lo romántico o lo sexoafectivo). por eso mismo, siento, como has escrito en tu anterior carta, nos tenemos que convertir en amantes todas (no en una aproximación burda de la propuesta de amistad de sara torres) sino en saber que no solamente la amistad es una parcela supletoria al amor, si no que esa parcela es amor. que el amor está en más partes de las que imaginamos. que el amor existe (puta cursi). y así, de una vez por todas, dejaremos de tener esos duelos insoportables con los espacios, con las personas, con ciertas vivencias y empezaremos a experimentar eso que dicen del amor después del (post)amor.

como dijo teresa de jesús en camino a la perfección: “que el amor grande que me tienen puede hacer más aceptable lo imperfecto” (amor grande es una canción que también puede resumir perfectamente esta carta). pensando en el amor grande.
nos vemos pronto,
guille.
p.d. el año pasado hice una playlist de todo lo que creía que se sentía cuando sentías ese tipo de amor (están las canciones mencionadas). espero que la disfrutes… (como ves, y como alguna gente me ha dicho, tengo playlists para todo… quizás sea la cruz que tenga que cargar en esta vida)