guille:
vigilias
empiezo a escribirte esta carta el martes 13 desde lerma, en mi camino a silos. estoy en la estación de autobuses esperando al autobús que me lleva al monasterio, solo pasa uno al día y faltan dos horas para que llegue. meriendo unas mandarinas (gracias, mamá) y observo a través del cristal a una pareja de gatos que pasea por aquí. beben de los charcos. pienso en que carlos seguramente les llamaría antonio y maría luisa, o algo de ese estilo, así que decido llamarlos así. un chico llama a maría luisa pero ella se aleja. he perdido de vista a antonio. cuando me quiero dar cuenta tampoco veo ya a maría luisa, quizá se han ido. un gorrión se cuela en el comedor de la estación de servicio. me doy cuenta de repente de que es la primera vez que viajo sola.
laudes
me despedí anoche de madrid dando un paseo contigo. después, justo antes de dormirme, me enviaste una playlist para el viaje. llevo todo el trayecto madrid-lerma escuchándola.
tercia
aquí en silos casi todo es silencio. fue lo primero que me explicó el padre moisés al llegar al monasterio después de vísperas. paseo por el claustro románico, en el que reina el ciprés de gerardo diego, sintiéndome torpe y maravillada por los movimientos silenciosos de los monjes.
eucaristía
el padre rufino nos explica que el significado de la obediencia cristiana no es el mismo que le damos ahora. obediencia, nos explica el benedictino, significa escuchar desde dentro, escuchar en profundidad. es un tipo de escucha que prepara el corazón para renovarnos.
es difícil escuchar en profundidad sin silencio. un silencio que tiene que ver con el espacio y, nos dice el padre rufino, no solo con el hacer, si no con el ser. (insiste: hacer es importante, pero aquí estamos hablando de ser).
el que es encuentra como hacer. la conversión, además, tiene que ver con la kénosis: aprender a ser desde otro.
creo que yo empecé a creer cuando pude dejar de ser un poco para aprender a ser con mis amigos. pienso en ti, quiero contarte tantas cosas. intento quedarme con todo, guardar todas las imágenes. acumulo impresiones para ti.
¿me has hecho una visita exprés en forma de paloma eucarísitica?
sexta
miércoles, 14 de febrero
antes de mi primera eucaristía aquí apunto en las notas del móvil: el silencio puede no ser lo que esperas y no sé exactamente lo que quiero decir. aquí tengo más intuiciones que pensamientos, más imágenes que ninguna otra cosa. leo el curso fundamental sobre la fe de karl rahner por las tardes y aunque disfruto leyendo teología, aquí estoy comprendiendo el alcance de los misterios. nunca me había acercado tanto a entender el misterio de la cruz que contemplando la que hay en esta basílica: la misma madera de la cruz es en la que está tallado el cristo, de manera que se igualan (tampoco está policromado, es muy austero). ¿son la cruz y cristo lo mismo? me parece que sí.
jesús es entonces su pasión, su vaciamiento completo del yo. la imagen de la cruz es una imagen de la kénosis completa de cristo.
nona
viernes, 16 de febrero
me acabo de despedir de luis, que vuelve a gijón después de pasar unos días aquí, es la cuarta vez que viene. la primera noche, cuando nos conocimos, le pregunté qué tal la cuarta vez aquí. se despide de mí dándome las gracias por esa pregunta y con la propuesta de que recemos el uno por el otro. qué bello esto, ¿no? la promesa de tener a alguien en tus pensamientos en el futuro, decirle que desearás que está bien, que procurarás seguir deseándolo. rezar es hacer los deseos explícitos, los deseos que tienes para ti y para aquellos a los que quieres.
vísperas
sábado, 17 de febrero
fede se ha ofrecido a llevarme de vuelta a madrid el domingo y me quedo ensimismada intentando cancelar el autobús y se me pasa la hora de la eucaristía. como no es muy tarde decido ir igualmente (el primer día no hubiera sido capaz, la seriedad de los benedictinos me impone, pero he ido viendo la afabilidad que hay detrás de su solemnidad). a la salida el padre moisés me pide que le espere y me lleva en secreto a la biblioteca. le sigo en silencio subiendo escaleras y accediendo a pasillos del monasterio que no había visto (me siento en el nombre de la rosa). me confiesa que luis, antes de marcharse, le ha pedido por favor que me la enseñe. hablamos de teología, me recomienda unos libros que después me regalará, y aunque me apetecería contarle muchas cosas prefiero callarme y disfrutar escuchando hablar a este hombre cultísimo (te dejo aquí una entrevista suya en el mundo que me ha encantado, sobre todo el final).
https://www.elmundo.es/opinion/2017/06/24/594d576d468aebf0668b4614.html
completas
domingo, 18 de febrero:
el padre rufino me pidió ayer hablar conmigo. me pide que le hable, que le cuente mi historia y nos emocionamos juntos cuando le cuento los detalles de mi conversión. va corriendo a traerme más libros, con la promesa de que vuelva para devolvérselos y volvamos a vernos. me cuenta anécdotas preciosas de otros conversos y una suya, muy divertida: cuando tenía 17 años, decidido a hacer un ofrecimiento total por cuaresma le promete a cristo que durante esos cuarenta días va a dormir en el suelo. muy decidido esa noche con una manta y una almohada duerme en el suelo de su cuarto. se levanta enfermo a la mañana siguiente y se pasa el resto de la cuaresma en la cama. así que insiste: algún ofrecimiento, pero sin pasarnos tampoco.
después de vísperas, el padre rufino nos lleva a un grupo a una capilla reservada a los monjes en la que, prácticamente a oscuras, hacemos juntos unos ejercicios espirituales.
después, en completas, me quedo observando a los veintipico monjes que cantan gregoriano en cada oración, que nos piden que oremos por las conversiones (están en un momento muy crítico), que nos acogen en su hospedería, que siguen a san benito con tanto amor; y entiendo un poco mejor lo que hay en su silencio.
esta paloma se dirige hacia ti desde burgos